viernes, 28 de septiembre de 2012

Fertilizantes industriales

El creciente problema de los fertilizantes industriales
Un factor importante en la destrucción de la fertilidad del suelo ha sido el tremendo aumento mundial de los fertilizantes químicos en la agricultura, con un consumo actual que es más de cinco veces el de 19611. La gráfica 1 muestra el incremento del consumo mundial de nitrógeno por hectárea, siete veces mayor que en la década de 19602. Sin embargo, buena parte de todo este nitrógeno extra no es utilizado por las plantas y termina en las aguas subterráneas o en el aire. Mientras más nitrógeno aplican los agricultores como fertilizante, menos eficiente resulta. En la gráfica 2 se muestra la relación entre rendimiento y consumo de fertilizante nitrogenado en el maíz, trigo, soya y arroz, los cuatro cultivos que cubren casi un tercio de toda la tierra cultivada. Para todos ellos, el rendimiento por kilogramo de nitrógeno aplicado es un tercio de los que era en 1961, cuando el uso de fertilizantes químicos empezó a expandirse mundialmente.
La ineficacia cada vez mayor de los fertilizantes industriales no debería sorprender a nadie. Muchos expertos en suelos y crecientes números de agricultores saben hace tiempo que los fertilizantes químicos destruyen la fertilidad del suelo al destruir la materia orgánica. Cuando se aplican fertilizantes químicos, los nutrientes solubles quedan inmediatamente disponibles en grandes cantidades y provocan una oleada de actividad y multiplicación microbiana. La mayor actividad microbiana, por su parte, acelera la descomposición de materia orgánica y libera CO2 a la atmósfera. Cuando los nutrientes de los fertilizantes ya se vuelven escasos, la mayoría de los microorganismos muere y el suelo tiene ahora menos materia orgánica. A medida que este proceso ocurre durante años y décadas, y es acelerado por la labranza, la materia orgánica del suelo finalmente se agota. El problema se agrava porque el mismo enfoque tecnológico que promueve los fertilizantes químicos señala que los residuos de cultivos deben retirarse o quemarse y no deben ser integrados al suelo.
A medida que los suelos pierden materia orgánica, se hacen más compactos, absorben menos agua y tienen menor capacidad para retener nutrientes. Las raíces crecen menos, los nutrientes del suelo se pierden más fácilmente y hay menos agua disponible para las plantas. El resultado es que el uso de los nutrientes presentes en los fertilizantes será cada vez más ineficiente, y la única forma de contrarrestar la ineficiencia es aumentando las dosis de fertilizantes, como muestran las tendencias mundiales. Pero las mayores dosis sólo agravarán los problemas, aumentando la ineficiencia y la destrucción de los suelos. No es raro escuchar de agricultores orgánicos que se transformaron en tales una vez que sus rendimientos colapsaron después de años de uso intensivo de fertilizantes químicos.
Los problemas con los fertilizantes industriales no terminan allí. Las formas de nitrógeno presentes en los fertilizantes químicos se transforman rápidamente en el suelo, emitiendo óxidos nitrosos al aire. Los óxidos nitrosos tienen un efecto de invernadero que es más de doscientas veces más potente que el efecto del CO23, y son responsables de más del 40% del efecto invernadero actualmente provocado por la agricultura. Los óxidos nitrosos además destruyen la capa de ozono.
Fertilización nitrogenada: de un promedio mundial
de 8.6 kg/ha en 1961 a 62.5 kg/ha en 2006.4
Inefiencia de los fertilizantes nitrogenados
Por cada kilo de nitrógeno aplicado, se obtuvieron 226 kg de maíz en 1961, pero sólo 76 kg en 2006. Las cifras son respectivamente 217 y 66 kg para el arroz y 131 and 36 kg para la soya, y 126 y 45 kg para el trigo.5

1. http://www.fertilizer.org/ifa/Home-Page/STATISTICS
2. Cifras obtenidas por GRAIN con base en estadísticas de la International Fertilizer Industry Association (http://www.fertilizer.org/ifa/Home-Page/STATISTICS) y por FAO (http://faostat.fao.org/default.aspx)
3. Forster, P., V. Ramaswamy, P. Artaxo, T. Berntsen, R. Betts, D.W. Fahey, J. Haywood, J. Lean, D.C. Lowe, G. Myhre, J. Nganga, R. Prinn, G. Raga, M. Schulz and R. Van Dorland, 2007: "Changes in Atmospheric Constituents and in Radiative Forcing" en: Climate Change 2007: The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change [Solomon, S., D. Qin, M. Manning, Z. Chen, M. Marquis, K.B. Averyt, M.Tignor and H.L. Miller (eds.)]. Cambridge University Press, Cambridge, Reino Unido y Nueva York, NY, EUA, p. 212
4. http://www.fertilizer.org/ifa/Home-Page/STATISTICS
5. Cifras obtenidas por GRAIN con base en estadísticas de la International Fertilizer Industry Association (http://www.fertilizer.org/ifa/Home-Page/STATISTICS) y por FAO (http://faostat.fao.org/default.aspx)

Grain